martes, 14 de agosto de 2018
lunes, 13 de agosto de 2018
martes, 7 de agosto de 2018
lunes, 6 de agosto de 2018
El Escorpión y el maestro
Un maestro del Oriente, vio que un escorpión se estaba ahogando y decidió sacarlo del agua, pero cuando lo hizo, el escorpión lo picó. Por la reacción de dolor al maestro se le cayó el animal al agua... otra vez estaba ahogándose. El maestro intentó sacarlo otra vez y una vez más el animal lo picó.
Alguien que estaba viendo al maestro se le acercó y le dijo: “Perdone, ¡pero usted es un terco! ¿no ve que cada vez que trata de sacar al escorpión del agua lo va a morder?
El Maestro le respondió: “La naturaleza del escorpión es picar, la mía es ayudar y su naturaleza no va a cambiar la mía”.
Así que con la ayuda de una hoja, el maestro lo sacó del agua y le salvó la vida al escorpión, y continuó diciendo:
“No cambies tu naturaleza. Si alguien te hace algo malo, aprende de ello. Cuando la vida te de razones para llorar, descubre que tienes más razones para sonreír. Preocúpate más por Tu consciencia que por tu reputación. Porque tu consciencia es lo que tú eres y tu reputación es lo que los otros piensan de ti. Y lo que los otros piensen de ti es problema de ellos y no tuyo.
Alguien que estaba viendo al maestro se le acercó y le dijo: “Perdone, ¡pero usted es un terco! ¿no ve que cada vez que trata de sacar al escorpión del agua lo va a morder?
El Maestro le respondió: “La naturaleza del escorpión es picar, la mía es ayudar y su naturaleza no va a cambiar la mía”.
Así que con la ayuda de una hoja, el maestro lo sacó del agua y le salvó la vida al escorpión, y continuó diciendo:
“No cambies tu naturaleza. Si alguien te hace algo malo, aprende de ello. Cuando la vida te de razones para llorar, descubre que tienes más razones para sonreír. Preocúpate más por Tu consciencia que por tu reputación. Porque tu consciencia es lo que tú eres y tu reputación es lo que los otros piensan de ti. Y lo que los otros piensen de ti es problema de ellos y no tuyo.
viernes, 3 de agosto de 2018
La vida es como un viaje en tren
Con sus estaciones, sus cambios de vías y sus accidentes! Algunos tomarán el tren para realizar un simple paseo… Otros harán un largo viaje.
Al nacer nos subimos al tren y nos encontramos con nuestros padres, y creemos que siempre viajarán a nuestro lado, pero desafortunadamente ellos se bajarán en alguna estación antes dejándonos solos en el viaje.
De la misma forma se subirán otras personas muy importantes y significativas como: nuestros hermanos, amigos, hijos y hasta el amor de nuestra vida. Muchos de ellos también se bajarán antes y dejarán un enorme vacío.
Otras personas también subirán al tren pero pasaran tan desapercibidas que ni cuenta nos daremos que desocuparon sus asientos!... No cabe duda que este viaje estará lleno de alegrías, tristezas, fantasías, esperas y despedidas...
Es curioso; pero en el viaje en este tren veremos también cómo algunos pasajeros se acomodaran en vagones distintos al nuestro, (aún siendo personas muy cercanas a nosotros), como algunos seres queridos.
Durante todo el trayecto del viaje o la mayor parte de él: estaremos separados sin que exista ninguna comunicación entre nosotros, pero en realidad, nada nos impide que nos acerquemos a ellos si existe buena voluntad de nuestra parte… De lo contrario, puede ser tarde y encontraremos a otra persona en su lugar…
El gran misterio para todos, es que no sabemos en qué estación nos bajaremos, Como tampoco dónde bajarán nuestros compañeros de viaje, ni siquiera el que está sentado a nuestro lado. Por eso debemos vivir de la mejor manera, amar, perdonar, ofrecer lo mejor de nosotros..
Así, cuando llegue el momento de desembarcar y quede nuestro asiento vacío, dejemos bonitos recuerdos a los que continúan viajando en el tren de la vida!
Hagamos que nuestro viaje en este tren tenga significado y que haya valido la pena.
A veces pienso en el momento en el que me toque bajar del tren. ¿Sentiré nostalgia, temor, alegría, angustia...? Separarme de los amigos que hice en el viaje, será doloroso y dejar a mis seres queridos solos, será muy triste.
Pero me aferro a la esperanza de que en algún momento, tendré la gran emoción de verlos llegar a la estación principal con un equipaje que no tenían cuando iniciaron su viaje. Lo que me hará feliz, será pensar que colaboré para que ellos crecieran y permanecieran en este tren hasta la estación final.
Al nacer nos subimos al tren y nos encontramos con nuestros padres, y creemos que siempre viajarán a nuestro lado, pero desafortunadamente ellos se bajarán en alguna estación antes dejándonos solos en el viaje.
De la misma forma se subirán otras personas muy importantes y significativas como: nuestros hermanos, amigos, hijos y hasta el amor de nuestra vida. Muchos de ellos también se bajarán antes y dejarán un enorme vacío.
Otras personas también subirán al tren pero pasaran tan desapercibidas que ni cuenta nos daremos que desocuparon sus asientos!... No cabe duda que este viaje estará lleno de alegrías, tristezas, fantasías, esperas y despedidas...
Es curioso; pero en el viaje en este tren veremos también cómo algunos pasajeros se acomodaran en vagones distintos al nuestro, (aún siendo personas muy cercanas a nosotros), como algunos seres queridos.
Durante todo el trayecto del viaje o la mayor parte de él: estaremos separados sin que exista ninguna comunicación entre nosotros, pero en realidad, nada nos impide que nos acerquemos a ellos si existe buena voluntad de nuestra parte… De lo contrario, puede ser tarde y encontraremos a otra persona en su lugar…
El gran misterio para todos, es que no sabemos en qué estación nos bajaremos, Como tampoco dónde bajarán nuestros compañeros de viaje, ni siquiera el que está sentado a nuestro lado. Por eso debemos vivir de la mejor manera, amar, perdonar, ofrecer lo mejor de nosotros..
Así, cuando llegue el momento de desembarcar y quede nuestro asiento vacío, dejemos bonitos recuerdos a los que continúan viajando en el tren de la vida!
Hagamos que nuestro viaje en este tren tenga significado y que haya valido la pena.
A veces pienso en el momento en el que me toque bajar del tren. ¿Sentiré nostalgia, temor, alegría, angustia...? Separarme de los amigos que hice en el viaje, será doloroso y dejar a mis seres queridos solos, será muy triste.
Pero me aferro a la esperanza de que en algún momento, tendré la gran emoción de verlos llegar a la estación principal con un equipaje que no tenían cuando iniciaron su viaje. Lo que me hará feliz, será pensar que colaboré para que ellos crecieran y permanecieran en este tren hasta la estación final.
sábado, 14 de julio de 2018
lunes, 2 de julio de 2018
Cómo se abrió el sendero
En el Jornalinho, de Portugal, encuentro una historia que nos enseña mucho respecto a aquello que escogemos sin pensar:
Un día, un becerro tuvo que atravesar un bosque virgen para volver a su pastura. Siendo animal irracional, abrió un sendero tortuoso, lleno de curvas, subiendo y bajando colinas.
Al día siguiente, un perro que pasaba por allí usó ese mismo sendero para atravesar el bosque. Después fue el turno de un carnero, líder de un rebaño, que, viendo el espacio ya abierto, hizo a sus compañeros seguir por allí.
Un día, un becerro tuvo que atravesar un bosque virgen para volver a su pastura. Siendo animal irracional, abrió un sendero tortuoso, lleno de curvas, subiendo y bajando colinas.
Al día siguiente, un perro que pasaba por allí usó ese mismo sendero para atravesar el bosque. Después fue el turno de un carnero, líder de un rebaño, que, viendo el espacio ya abierto, hizo a sus compañeros seguir por allí.
Más tarde, los hombres comenzaron a usar ese sendero: entraban y salían, giraban a la derecha, a la izquierda, descendían, se desviaban de obstáculos, quejándose y maldiciendo, con toda razón. Pero no hacían nada para crear una nueva alternativa.
Después de tanto uso, el sendero acabó convertido en un amplio camino donde los pobres animales se cansaban bajo pesadas cargas, obligados a recorrer en tres horas una distancia que podría haber sido vencida en treinta minutos, si no hubieran seguido la vía abierta por el becerro.
Pasaron muchos años y el camino se convirtió en la calle principal de un poblado y, posteriormente, en la avenida principal de una ciudad. Todos se quejaban del tránsito, porque el trayecto era el peor posible.
Mientras tanto, el viejo y sabio bosque se reía, al ver que los hombres tienen la tendencia a seguir como ciegos el camino que ya está abierto, sin preguntarse nunca si aquélla es la mejor elección.
Paulo Coelho.
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