sábado, 25 de febrero de 2017

La fábula del ratón

Gracias a mi hermana por mandármelo 



Un ratón, mirando por un agujero en la pared ve a un granjero y a su esposa abriendo un paquete. Pensó, ¿qué tipo de comida podía haber allí? Quedó aterrorizado cuando descubrió que era una trampa para ratones.

Fue corriendo al patio de la granja a advertir a todos: -¡Hay una ratonera en la casa, una ratonera en la casa! La gallina, que estaba cacareando y escarbando, levanto la cabeza y dijo: - Discúlpeme Sr. Ratón, yo entiendo que es un gran problema para usted, más no me perjudica en nada, no me incomoda. El ratón fue hasta el cordero y le dice: - ¡Hay una ratonera en la casa, una ratonera! - Discúlpeme Sr. Ratón, mas no hay nada que yo pueda hacer, solamente pedir por usted. Quédese tranquilo que será recordado en mis oraciones. El ratón se dirigió entonces a la vaca, y la vaca le dijo: - Pero acaso, ¿estoy en peligro? Pienso que no dijo la vaca.

Entonces el ratón volvió a la casa, preocupado y abatido, para encarar a la ratonera del granjero. Aquella noche se oyó un gran barullo, como el de una ratonera atrapando su víctima. La mujer del granjero corrió para ver lo que había atrapado. En la oscuridad, ella no vio que la ratonera atrapó la cola de una serpiente venenosa. La serpiente veloz picó a la mujer. El granjero la llevó inmediatamente al hospital. Ella volvió con fiebre alta.

Todo el mundo sabe que para reconfortar a alguien con fiebre, nada mejor que una nutritiva sopa. El granjero agarró su cuchillo y fue a buscar el ingrediente principal: la gallina. Como la enfermedad de la mujer continuaba, los amigos y vecinos fueron a visitarla. Para alimentarios el granjero mató el cordero. La mujer no mejoró y acabó muriendo. El granjero entonces vendió la vaca al matadero para cubrir los gastos del funeral.

MORALEJA: La próxima vez que escuches que alguien tiene un problema y creas que como no te afecta no es tuyo y no le prestas atención, piénsalo dos veces...


jueves, 23 de febrero de 2017

Las tres verdades



Sabías...que siempre existen tres enfoques en cada historia: mi verdad, tu verdad y la verdad?.

Que toma mucho tiempo llegar a ser la persona que deseas ser.
Que es mas fácil reaccionar que pensar.
Que podemos hacer mucho más cosas de las que creemos poder hacer.
Que no importan nuestras circunstancias, lo importante es cómo interpretamos nuestras circunstancias.

Que no podemos forzar a una persona a amarnos, únicamente podemos ser alguien que ama. El resto depende de los demás.
Que requiere años desarrollar la confianza y un segundo destruirla.
Que dos personas pueden observar la misma cosa, y ver algo totalmente diferente.

Que las personas honestas tienen mas éxito al paso del tiempo.
Que podemos escribir o hablar de nuestros sentimientos, para aliviar mucho dolor.
Que no importa qué tan lejos he estado de DIOS, siempre me vuelve a recibir.

Que todos somos responsables de nuestros actos.
Que existen personas que me quieren mucho, pero no saben expresarlo.
Que puedo hacer todo o nada con mi mejor amigo y siempre gozar el momento.
Que a veces las personas que menos esperamos, son las primeras en apoyarte en los momentos más difíciles.

Que la madurez tiene que ver más con la experiencia que hemos vivido, y no tanto con los años que hemos cumplido.
Que hay dos días de cada semana por los que no debemos de preocuparnos: ayer y mañana. El único momento valioso es ahora.
Que aunque quiera mucho a la gente, algunas personas no me devolverán ese amor.

Que no debemos competir contra lo mejor de otros, sino competir con lo mejor de mí.
Que puedo hacer algo por impulso y arrepentirme el resto de mi vida.
Que la pasión de un sentimiento desaparece rápidamente.
Que si no controlo mi actitud, mi actitud me controlara a mí.
Que nunca debo decirle a un niño que sus sueños son ridículos, que tal si me cree?

Que es más importante que me perdone a mi mismo a que otros me perdonen.
Que no importa si mi corazón está herido, el mundo sigue girando.
Que la violencia atrae más violencia.
Que decir una verdad a medias es peor que una mentira.
Que es difícil ser positivo cuando estoy cansado.

Que al final de la vida me doy cuenta que las únicas cosas que valieron la pena son: Dios, mi familia, un grupo muy selecto de amigos y unas experiencias que me dieron crecimiento personal.
Que es mucho mejor expresar mis sentimientos, que guardarlos dentro de mí.

Para ser exitosos no tenemos que hacer cosas extraordinarias.

"Hagamos cosas ordinarias, extraordinariamente bien".



sábado, 18 de febrero de 2017

El amor está en los pequeños detalles...



El amor está en los pequeños detalles que nos rodea en la vida...
Sencilla historia acerca de que las buenas acciones se devuelven

Un día en el apartamento de una dama floreció un cactus; hasta ese momento ese cactus había estado prácticamente abandonado al borde de una ventana y de repente, floreció. ¡Qué extraño que crean que soy una amargada! - pensó la dama. Eso no es verdad, los cactus no florecen en casa de los amargados.

De camino al trabajo y pensando en su cactus florecido la señora pisó por error a un hombre que iba cerca de ella en el metro, y cuando él le reclamó, ella no le grito palabras ofensivas (como siempre solía hacerlo con las personas en el metro) sino que lo miró y le sonrió diciéndo

—Perdóneme por favor, no tenía de dónde agarrarme, si quiere píseme y quedamos iguales.

El hombre se tragó lo que tenía pensando decirle, y luego, al bajar del metro en la estación que necesitaba compró un periodico; en vez de insultar a la vendedora por haberse equivocado al darle el cambio, le dijo:

—No es nada, cuente el dinero otra vez, por favor. Por las mañanas tampoco me va bien con las matemáticas.
La vendedora, que no esperaba semejante reacción, se sintió bien y rato más tarde le regaló dos revistas del mes pasado y una pila de periódicos viejos a un anciano que era cliente frecuente y a quien le gustaba mucho leer la prensa pero siempre compraba el diario más barato porque no le alcanzaba para más. Está claro que la mercancía que no se vende debe ser inventariada pero las reglas pueden ser burladas de vez en cuando.

El anciano feliz llegó a su casa con las revistas y los periódicos. Al encontrarse a la entrada del edificio con la vecina de arriba,  no le hizo el escándalo de costumbre con respecto a su hijo mayor que solía correr en el apartamento y no lo dejaba dormir; mejor la miró y le dijo:
—¡Pero cómo ha crecido su hija! No sé a quién se parece más, a usted o a su marido, pero se nota que va a ser una belleza.
La vecina asombrada se despidió, llevó a la niña al preescolar y se fue a su trabajo como recepcionista de una clínica pública. Decidió no gritarle a la viejecita que había pedido la cita para un día después y llegó sólo 24 horas antes; en lugar de eso le dijo:

—No se sienta mal, yo también a veces me olvido de las fechas, espéreme aquí sentada y yo le pregunto al doctor si puede atenderla hoy.
La viejecita, ya en consulta con el médico no le pidió que le prescribiera las terapias que en realidad sabía que no le ayudarían, y por eso no tuvo necesidad de amenazarlo con denunciarlo ante todos los entes posibles y de paso amargarle el día; ella suspiró y le dijo —"Doctor ¿sabe qué? mejor recéteme algo para el dolor y que otra persona tome las terapias, quizá a alguien le sirvan más, yo ya estoy vieja. Disculpe usted que cada vez vengo a molestarlo".

Cuando se dirigía a casa por la noche, el doctor recordó de repente a esa ancianita y sintió lástima por ella. Pensó que la vida con sus ires y venires pasa muy rápido, por eso decidió detenerse en el próximo supermercado, compró un ramo de flores, una pastel con rosas de crema y se dirigió hacia el otro lado de la ciudad. Llegó al edificio, subió al tercer piso y tocó a la puerta.

—Pensé que no tenía sentido andar peleando como si fuéramos niños en una arenera. Te traje un pastel pero por error puse mi portafolio encima y se estropeó un poco, pero bueno, seguramente seguirá igual de rico. También te compré flores pero no me di cuenta que estaban un poco secas cuando las compré.

— No pasa nada, seguro que florecen otra vez, —respondió su mamá—. Sigue y te cuento: hoy me pasó algo muy simpático cuando me levanté por la mañana, imagínate ¡mi cactus había florecido! y.....


lunes, 13 de febrero de 2017

La vasija agrietada

Hoy os pongo un relato que me llegó de Chami 




Había una vez… un viejo campesino, el cual cada día andaba largos kilómetros para recoger agua de la que era la fuente más cercana, y transportarla a sus allegados. El hombre caminaba cada día portando a sus hombros dos vasijas, apoyadas sobre un palo.

Las vasijas, al igual que él, no era inmunes al paso de los años, y también habían ido envejeciendo y deteriorándose con el paso del tiempo.

Una de las vasijas había resultado más castigada con los continuos viajes del hombre y hacía tiempo ya que se había agrietado, lo que hacía que perdiera cada vez más agua en los trayectos. Cierto día, "la vasija agrietada" le dijo al hombre:

– No sé si te has dado cuenta de que hace ya un tiempo de que tengo grietas y que no sirvo para mucho… Mientras la otra vasija hace largos y largos kilómetros llevando toda la cantidad de agua que le echas, yo sin embargo pierdo cada día más de la mitad del agua por el camino. Creo que lo mejor para ti sería que me abandonaras y me cambiaras por otra vasija que hiciera la labor que tú te mereces.

El hombre se paró, dejó con delicadeza las vasijas en el suelo y le dijo a la vasija agrietada:

– ¿Tú te has podido fijar en lo que ha pasado desde que te empezaste a agrietar hasta la fecha de hoy? ¿Te has fijado en el camino que juntos hacemos cada día?

La vasija se quedó pensativa por un momento y, resignada, contestó:

– No, yo sólo sé que no sirvo para nada pues no soy capaz la única función que SE SUPONE que tengo. De verdad pienso que deberías cambiarme por otra.

El hombre la miró fijamente y le dijo a la vasija:

– Escucha atentamente, vieja amiga. Cada día, desde que te empezaste a agrietar por el lado derecho de mi hombro, por todo el camino que juntos recorremos, planté unas semillas, que como podrás comprobar no sólo me alegran el paseo cada día con los colores y olores que desprenden las plantas, sino que además han dado sus frutos y me permiten a mí y a otros recogerlos y llevar alimentos a nuestras familias.

¿Y gracias a qué? ¿Sabes a qué? Gracias al agua que tú misma has ido derramando por el camino. Debes estar orgullosa de lo que eres y sobre todo espero que aprendas una lección: las cosas que no funcionan como antes, no se deben abandonar y dejar de lado porque ya no sean como esperamos. Las cosas hay que cambiarlas en la medida que se pueda y sobre todo, buscar oportunidades para hacer frente. Y eso, es lo que he hecho yo contigo. Debes estar orgullosa de quién eres y de qué hemos conseguido a pesar de las adversidades. Nada más.

Con este cuento podemos ver cómo en ocasiones nos sentirnos mal por algo que no es como antes, porque nos creemos inútiles o incapaces de afrontar situaciones y problemas, debilitando así nuestra autoestima.

Hay que darse cuenta de que todos pero ABSOLUTAMENTE TODOS tenemos defectos pero también muchas virtudes. No debemos compararnos para lamentarnos, sino mejorar lo que tenemos o lo que somos y sacarle partido a las adversidades.

Un buen nivel de autoestima nos ayuda a afrontar todas estas situaciones y no caer en los derrotismos. Es entonces cuando podemos decir que hemos aprendido de la vida y que estamos preparados para hacer frente a las adversidades.

viernes, 3 de febrero de 2017

Respuestas de Madre Teresa de Calcuta


El día más bello?  .....Hoy
La cosa más fácil?  .....Equivocarse
El obstáculo más grande?  .....El miedo
El error más grande?  .....Abandonarse
La raíz de todos los males?  .....El egoísmo
La distracción más bella?  .....El trabajo
La peor derrota?  .....El desaliento
Los mejores profesores?  .....Los niños
La primera necesidad?  .....Comunicarse
Lo que más hace feliz? .....Ser útil a los demás
El misterio más grande? .....La muerte
El peor defecto?  .....El mal humor
La persona más peligrosa?  .....La mentirosa
El sentimiento más ruin?  .....El rencor
El regalo más bello?  .....El perdón
Lo más imprescindible? .....El hogar 
La ruta más rápida?  .....El camino correcto
La sensación más grata? .....La paz interior 
El resguardo más eficaz?  .....La sonrisa
El mejor remedio?  .....El optimismo
La mayor satisfacción?  .....El deber cumplido
La fuerza más potente del mundo?  .....La fe
Las personas más necesarias? .....Los padres  
La cosa más bella de todas? .....El amor

Madre Teresa de Calcuta