No hay nada mejor que dar a alguien un consejo que nosotros mismos deberíamos seguir pero no lo hacemos...
Por ejemplo, sé tanto sobre comer sano que es ridículo. ¿Practico lo que predico? No. Sin embargo, esta lista trata de consejos sorprendentemente buenos. Consejos que son útiles. Oportunos. Concisos. Y, francamente, muy acertados. De nosotros depende saber elegir los que pueden ser buenos en algún momento determinado
Te pasas media vida caminando y durmiendo. Nunca compres zapatos baratos ni un colchón de mala calidad.
Cuando termines algo complicado o captes un concepto de una habilidad que estés aprendiendo. Tómate un momento para estar orgulloso de ti mismo. No tienes que demostrar nada a nadie. Pero es bueno tomarse un segundo para disfrutar del logro.
Acepta a las personas por lo que son, no por lo que quieres que sean. Si demuestran que son personas tóxicas, acéptalo y deja que se vayan. No van a cambiar por ti por mucho que lo desees. Si demuestran que son auténticos, es de ellos de quienes debes rodearte.
Coloca las llaves en el mismo lugar cada vez que llegues a casa.
Prioriza la compasión a la ira, a los celos y al miedo. Nunca se sabe por lo que están pasando otras personas.
Nunca inviertas más de lo que puedas permitirte perder.
No es un consejo financiero.
A veces una discusión no consiste en ganar. Se trata de saber cómo te sientes y si la otra persona te respeta o no