martes, 1 de enero de 2019

Actitud


Juan era el tipo de persona que te encantaría ser. Siempre estaba de buen humor y siempre tenia algo positivo que decir. Cuando alguien le preguntaba como le iba, él respondía: "Si pudiera estar mejor tendría un gemelo!!!".


Él era un gerente único porque tenia varias camareras que lo habían seguido de restaurante en restaurante. La razón por la que las camareras seguían a Juan era su actitud. Él era un motivador natural. Si un empleado tenia un mal día, Juan estaba ahí para decirle al empleado como ver el lado positivo de la situación.

Ver este estilo realmente me causo curiosidad, así que un día fui a buscar a Juan y le pregunte: "No lo entiendo! No es posible ser una persona positiva todo el tiempo. ¿Cómo le haces???".

Juan respondió: "Cada mañana me despierto y me digo a mí mismo; Juan, tienes dos opciones hoy. Puedes escoger estar de buen humor o puedes escoger estar de mal humor. Escojo estar de buen humor. Cada vez que sucede algo malo, puedo escoger entre ser una víctima o aprender de ello. Escojo aprender de ello. Cada vez que alguien viene a mí para quejarse, puedo aceptar su queja o puedo señalar el lado positivo de la vida. Escojo el lado positivo de la vida."

"Si claro, pero no es tan fácil", proteste.
"Si lo es" dijo Juan. "Todo en la vida es acerca de elecciones. Cuando quitas todo lo demás, cada situación es una elección. Tu eliges como reaccionas a situaciones. Tu eliges como la gente afectara tu estado de animo. Tu eliges estar de buen humor o mal humor. En resumen, tu eliges como vivir la vida."

Reflexioné en lo que me dijo Juan. Poco tiempo después, deje la industria de restauración para iniciar mi propio negocio. Perdimos contacto, pero con frecuencia pensaba en él cuando tenia que hacer una elección en la vida en vez de reaccionar a ella.

Varios años mas tarde, me entere que Juan hizo algo que se supone nunca debe hacerse en un negocio de restaurante: dejo la puerta de atrás abierta una mañana y fue asaltado por tres ladrones armados. Mientras trataba de abrir la caja fuerte, su mano temblando por el nerviosismo, resbaló de la combinación. Los asaltantes sintieron pánico y le dispararon. Con mucha suerte, Juan fue encontrado relativamente pronto y llevado de emergencia a un hospital local.

Después de 18 horas de cirugía y semanas de terapia intensiva, Juan fue dado de alta del hospital aun con fragmentos de bala en su cuerpo.
Me encontré con Juan seis meses después del accidente. Cuando le pregunte como estaba, él respondió: "Si pudiera estar mejor, tendría un gemelo. Quieres ver mis cicatrices?"

Rehuse ver sus heridas, pero si le pregunte que había pasado por su mente cuando sucedió el asalto.
"Lo primero que vino a mi mente fue que debí haber cerrado con llave la puerta de atrás", dijo Juan. "Después, cuando estaba tirado en el piso, recordé que tenia dos opciones: podía elegir vivir o podía elegir morir. Elegí vivir."
"No sentiste miedo? Perdiste conciencia?" Le pregunte.
Juan continuo: "Los paramédicos fueron geniales. Ellos no dejaban de decirme que iba a estar bien. Pero cuando me llevaron a la sala de emergencias y vi las expresiones en las caras de médicos y enfermeras, realmente me asuste. En sus ojos podía leer; 'Es un hombre muerto'. Supe que necesitaba tomar acción."
"Que hiciste?, Le pregunte.

"Bueno había una robusta enfermera haciéndome preguntas", dijo Juan. "Me pregunto si era alérgico a algo, 'Si?, respondí. Los doctores y enfermeras dejaron de trabajar y esperaban escuchar mi respuesta.... Tome un respiro profundo y les grite, 'A las Balas!' Mientras reían les dije; 'Estoy escogiendo vivir. Opérenme como si estuviera vivo, no muerto'."

Juan vivió gracias a la habilidad de sus doctores; pero también debido a su asombrosa actitud. Aprendí de él que cada día tenemos la elección de vivir plenamente. La actitud, al final, lo es todo.
Tu, ahora, tienes dos alternativas: ………………





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